Tras realizarle un repaso general en su 128 durante el receso veraniego, y luego de apostar a la motorización de Manolo Sanz, Gustavo Bellu está confiado en dar un salto de calidad. A la espera por el inicio del calendario 2021, más allá de que la actividad se reanude este año, el piloto de Olivos seguirá trabajando finito para llegar de la mejor manera a la primera del año venidero. Ahh… y un dato no menor… va ser su hijo Franco quien se encargará íntegramente de la atención de su auto.